Buscamos una pareja estable en el extranjero. Un distribuidor de nuestra fruta y verdura con el que ir de la mano, alguien en quien confiar ciegamente, como sólo confían los enamorados, que se lo cuentan todo.
Eso queremos: contártelo todo, que sepas cuándo es recogida y lo qué ocurre hasta que llega a tus manos.
Sabrás eso y mucho más, porque nosotros no concebimos una relación verdadera de otra manera. Es todo o nada. Cuando dos se quieren, los intereses de uno son los intereses del otro. La sintonía es perfecta, y todo fluye con naturalidad. Eso buscamos.
Queremos sonreír plenamente al llevarte el desayuno a la cama.
Eso sí, con zumo de nuestras naranjas españolas.
¿Qué me dices?